Es una bebida típica del verano, bien fresquita y a muchos nos encanta. En mi ciudad, desde pequeños en esta época del año podíamos disfrutar de una horchata, un granizado de limón o bien un «barrejat» que es una mezcla de ambos (para los que no sabíamos decidirnos).

Luego, con el paso de los años, aparecieron muchas más bebidas en la horchatería – heladería, llegando hoy en día a tener una gran variedad. Y la verdad es que estas bebidas no son solamente un líquido que refresca y nos aligera este calor, si no que llevan muchísimo azúcar añadido.

Y como siempre decimos, si se bebe «de vez en cuando», no hay problema. Pero éste aparece cuando un día es un helado cargado de azúcar, otro día es la horchata cargada de azúcar, al día siguiente el granizado cargado de azúcar, y suma y sigue, ya que el «de vez en cuando» es acaba siendo demasiado subjetivo y distinto para cada uno. Además, teniendo en cuenta el alto porcentaje de sedentarismo en nuestro país, este azúcar llega a muchos cuerpos en exceso y luego no lo utilizaran como energía.

Pero la gente se está dando cuenta… Mi sorpresa fue descubrir que en la horchatería – heladería de toda la vida ahora tienen horchata sin azúcar ni edulcorantes. ¡Qué maravilla! Y por supuesto, le tuve que preguntar al camarero: «¿Con qué está hecha?». A lo que me respondió: «Solamente agua y chufa». ¡No sabéis qué emoción! Eso sí, para un paladar acostumbrado al dulce, sobretodo a la horchata+azúcar, se hace raro, pero para paladares re-educados, se nota el sabor real de la chufa y se aprecia mejor la bebida de verano.

Ya parando tanto rollo… ¡Os traigo una receta para hacer en casa vuestra propia horchata! Y sí, la gente hoy en día se sigue sorprendiendo al saber que podrían hacerla ella misma. Veréis que es muy fácil.

Ingredientes:

  • 1 litro de agua fría
  • 250g de chufas
  • 2 dátiles Medjoul (opcionales)

Preparación de la horchata:

  1. Lavar las chufas bajo el agua y dejarlas en remojo (lo ideal serán 24 horas completamente cubiertas de agua, cambiándola dos veces, pero si las queréis antes, al menos se recomienda dejarlas 8 horas).
  2. Pasado este tiempo, escurrirlas y ponerlas en una batidora de vaso (con soporte para licuar), o en un robot de cocina, o bien en la chufamix con la ayuda de la batidora de mano. La opción que yo elegí fue esta última, como podéis observar en la imagen.
  3. Añadir el agua bien fría.
  4. Si queremos que los ingredientes sean agua y chufa solamente, triturar directamente.
  5. Separar el líquido obtenido del sólido licuado, y… ¡ya tenemos horchata casera!
  6. Si queremos añadir un toque más dulce, se pueden añadir un par de dátiles, lavándolos y quitándoles el hueso antes.

APUNTE: los dátiles se pueden añadir juntamente con la chufa y triturar, o bien al separar el agua de la chufa, una vez batidas, para aprovechar también la fibra de los dátiles, es decir, sin licuarlos.

horchata casera
Los dátiles son opcionales, aportaran un sabor más dulce.

¿Os animáis a probar de hacer horchata casera?

Estaré encantada de leer vuestros comentarios.

Un abrazo

Laura

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